En este artículo vamos a tratar de darte unos sencillos consejos prácticos y pasos básicos sobre cómo limpiar y desinfectar bien y con regularidad el cuarto de baño y la ducha de tu casa, para evitar que se acumule suciedad, humedad y malos olores, y siempre esté en las condiciones recomendadas de higiene.
Paso 1: Retirar objetos y limpiar el polvo
En primer lugar, y tras retirar los objetos y artículos que puedan dificultar la labor de limpieza, hay que hacer uso de un aspirador, o bien de un cepillo y un recogedor, para eliminar todo el polvo y suciedad que a diario se acumula en el suelo.
Paso 2: Aplicar productos de limpieza
A continuación, aplicaremos los productos de limpieza, teniendo en cuenta el material de la superficie sobre la que lo vamos aplicar, para evitar que pueda sufrir algún daño. Con una bayeta o paño y una pequeña cantidad de agua y del limpiador líquido seleccionado limpiaremos el lavabo, los grifos (en los que con frecuencia aparecen marcas de la cal del agua), toalleros, azulejos de las paredes, ducha o bañera, mampara de cristal, espejo, etc. Si hay partes más sucias (o más inaccesibles, como rincones o juntas en la mampara), deberemos de frotar bien con una esponja, para evitar que incluso se pueda llegar a formar moho por la humedad, pero con cuidado de no arañar nada. Por esta razón, siempre tenemos que leer las instrucciones y recomendaciones del fabricante del producto limpiador antes de utilizarlo, y en los cristales y espejos nunca deberemos de aplicar productos con amoniaco.
Paso 3: Limpiar y secar la superficie
Una vez esté seca la superficie de cada elemento mencionado, pasaremos otro paño con agua limpia si es necesario y por último secaremos todo con otro paño, o incluso con papel de cocina en el caso de los cristales, lo cual es muy habitual.
Inodoro
En el caso del inodoro tendremos que utilizar un producto específico para el WC, con mucha capacidad desinfectante (pero que no sea abrasivo), dejándolo actuar durante unos minutos antes de retirarlo, para asegurar que limpia todo en profundidad y se eliminan todos los gérmenes y bacterias. Luego lo secaremos con papel, o bien, por razones de higiene lógicamente, con un trapo seco distinto al utilizado para la limpieza del resto del cuarto de baño. Una mezcla casera que también es bastante efectiva es bicarbonato sódico y vinagre.
Suelo
Y para finalizar fregaremos el suelo con el producto habitual que utilicemos para el tipo de superficie correspondiente en cada hogar, de los que tenemos múltiples opciones de marcas o fabricantes en cualquier tienda, supermercado o hipermercado.
Una solución más “casera” y que siempre funciona si no disponemos de productos específicos para la limpieza del baño es la de utilizar una mezcla de agua y vinagre, que tiene mucho poder desinfectante, en una proporción aproximada de tres partes de agua y una de vinagre (al 75% / 25%). Después de aplicarlo, se han de limpiar bien todas las superficies con agua limpia y por último secarlas. Del mismo modo, en el caso del inodoro, podemos utilizar una mezcla de vinagre y agua con un poco de sal y dejar que actúe durante unos minutos, para posteriormente limpiar bien con agua los restos de esta solución tan sencilla, barata y eficaz.
Por último, apuntar a modo de resumen, otros elementos o zonas de los cuartos de baño también requieren un correcto mantenimiento y limpieza.
Desagües y moho
Por ejemplo, los desagües de duchas, bañeras y lavabos se han de desatascar con cierta regularidad para disolver y hacer desaparecer la cal del agua, los pelos acumulados y la suciedad en general, y una buena solución es la de echar una mezcla de vinagre y bicarbonato con agua hirviendo o muy caliente.
El moho que puede salir por acumulación de humedad en paredes, juntas, cortinas de ducha y en el sellado de silicona de las mamparas (y que es más habitual cuando en el cuarto de baño no hay ventilación natural) se puede eliminar con agua y algún producto limpiador específico. Por el contrario, se desaconseja utilizar la lejía por su elevada toxicidad y ser peligrosa para la salud, aunque sea también muy eficaz en cualquier limpieza y desinfección a fondo.
Otros elementos
En el caso de armarios, cajones, estanterías, etc, tras vaciarlas, se pueden limpiar simplemente con un paño húmedo con agua y un poco de jabón, y posteriormente pasar otro paño solo con agua.
La escobilla de WC y su vaso correspondiente es imprescindible desinfectarlos y lavarlos muy bien con mucha frecuencia y, sobre todo, renovar dichas escobillas cada cierto tiempo, porque son un cúmulo enorme de gérmenes y suciedad, y potenciales transmisores de infecciones, sobre todo en hogares con niños pequeños, que tocan todo lo que esté al alcance de sus manos.
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